De seres sin sentimientos está el mundo lleno, tanto hombres, como mujeres. Y, en este caso, tras vivir semanas y semanas de constante vida de pseudo-psicóloga, y de "consejosvendoperoparamínotengo", intentando hacer todo lo posible por levantar el ánimo a una persona que sólo ve dolor a su alrededor, me apetecía desahogar todo lo que llevo dentro y aconsejar a futuras personas con el corazón roto. Sé que es algo inevitable. Sí, uno no puede evitar pegarse un tropezón en la vida. Pero, aunque sabemos muchas veces lo que está mal cuando lo vemos de lejos, nunca nos damos cuenta cuando lo tenemos en las narices. ¡Así de ciegos nos vuelve el amor!
- No te quiere si tienes que mendigar tiempo para ver a esa persona. Nada de: "yo te doy el tiempo que puedo". Vamos a ver, querer es ESTAR DESEANDO para el tiempo con él/ella, no esperar a las migajas que le quedan, cuando no tiene un mejor plan que hacer o ha terminado de rascarse sus partes nobles en el sofá. Y querer es poder. Está claro que cada uno necesita su momento de desconexión. O, incluso, de hacer cosas que no puede por el trabajo o estudios. Pero una cosa es eso, y otra cosa es que no tenga ni 5 minutos en el día para ti. No es el único ser ocupado en el mundo y, si él no cambia algunos de sus planes por ti, tú tampoco.
- No te quiere si desprecia con comentarios a tus seres más queridos. Y hablo, tanto de personas, como de animalitos (ellos son parte de tu familia). Eso de ir malmetiendo con tu familia y amigos es de las cosas más despreciables que se pueden hacer, porque ellos siempre van a estar ahí. Y si te equivocas, son parte de tu vida. Aconsejar en un momento dado, sí, criticar y descalificar, no.
- No te quiere si no es capaz JAMÁS de pedir perdón. Una pareja, también, son discusiones. Pero dos no discuten si uno no quiere. Y si te equivocas, pides perdón. Hasta ahí todo claro, ¿verdad? Pues a veces parece que no. Hay personas muy "listillas" que, en lugar de pedir perdón, prefieren machacar a la otra persona para que ella siempre se sienta culpable de todo. Ellos son santos, nunca te faltan al respeto directamente, no gritan, no pierden los papeles. Y con esa serenidad, te hacen pensar que tú te has vuelto loc@ y estás cabread@ por algo que son imaginaciones tuyas. Empiezas a creerlo y, además, a sentirte fatal por algo que no tenías que haber dicho. ERROR. Son personas con un alto grado de manipulación. Hay que discutir, dentro de un límite, sólo así pueden resolverse las diferencias entre dos personas, pero no dejar caer todo el peso sobre el otro. Repito: dos no discuten si uno no quiere.
- No te quiere cuando no conoce tus gustos. Si ni siquiera te has molestado en mirar más allá de la cama, no intentes hacer regalos, porque puedes quedar fatal. Parece una tontería y de ser un materialista, pero en esos detalles es donde ves si a la otra persona le importas realmente. Molestarte en encontrar, aunque sea la mayor tontería del mundo, algo perfecto, requiere muchas horas de escucharte.
- No te quiere cuando no le apetece compartir cosas contigo. A lo mejor siempre ha estado solo, no ha tenido pareja, no sabe lo que es... Y está acostumbrado a hacer un viaje, un deporte o cualquier cosa de ese tipo sin compañía. Pero volvamos al primer punto y ahí tendréis la respuesta. O al anterior. Compartir gustos y aficiones, o por lo menos intentarlo, hace ilusión a ambos.
- No te quiere si te miente. Y más si es con las cosas que más quieres. No hablo sólo de infidelidad, sino de asuntos importantes que, normalmente, salen a la luz cuando ya todo ha terminado. Y no te quiere si es capaz de mentir sobre ti. (Lo de "es que está loc@", ya está muy visto).
- Y lo más importante: no te quiere si te lo dice en la cara, o no es capaz de decírtelo jamás. Por favor, seres del mundo: no continuéis con algo si sabéis que no va a ninguna parte, porque hacéis un daño innecesario. Y por otro lado: si te dice que no te quiere, no os fustiguéis. No es culpa vuestra. Las cosas terminan y punto, pero quizá, como en el caso que comentaba, os estén haciendo un favor y romper os haga más libres.
Desde aquí, no voy a desear que a tías o tíos como el de mi amiga se les caiga a cachos, o se queden llorando en un rincón porque todo el mundo les abandone. No. Sólo espero que os hagan sentir como hacéis sentir vosotros a los demás. Y que el karma sea sabio.
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