No sé si será la crisis, la presión, que nuestros políticos ya no saben qué decir para desviar nuestra atención de lo que realmente nos preocupa y nos mata lentamente, o si es que su gran número de asesores (sólo Ana Botella tiene a 162 empleados destinados a este cometido) están de vacaciones. Espero que no sea así, ya que cada uno percibe una cantidad anual de más de 50.000 euros y muchos pensarán que es una cifra poco apropiada en nuestra situación económica.
Sin entender el porqué, nuestros representantes tiran de verborrea y apuntan a todo lo que se mueve como si de la banda terrorista se tratara. Lo último: Fernández Díaz con su ya famosa frase : "El aborto tiene algo que ver con ETA". El Ministro del Interior, ya conocido por su rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo porque "no garantizan la pervivencia de la especie", vuelve a cubrirse de gloria. No sólo ofende a aquellas madres que deciden someterse a algo tan duro como debe ser interrumpir su embarazo, siempre con un motivo de peso (parece que es algo que ellos no pueden comprender), sino que también hieren a asociaciones de víctimas y otros colectivos que SÍ saben lo que es el terrorismo de verdad.
No es por compararlo con algo tan trivial como es un programa televisivo, pero por una broma sobre la afinidad a la banda, una de las concursantes del ya mundial reality Gran Hermano, ha sido expulsada recientemente. ¿Y Fernández Díaz? ¿Debería ser "expulsado" de su cargo en el PP? Repito, no se trata de trivializarlo, sino comparar dos comentarios que se realizan sobre algo tan serio y doloroso, y a los que no se les trata bajo el mismo rasero, transmitiéndose ambos en público y a través de medios de comunicación. En el caso del ministro del Interior, con mayor gravedad, puesto que podría considerarse un "líder de opinión" y representante de nuestro Gobierno.
No es la primera vez que ocurre algo parecido. Acusaciones sin fundamento, señalando con el dedo a otros para relacionarlos con la organización terrorista. Cifuentes aseguró que la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) apoyaba a grupos proetarras, contra la que Ada Colau acabó presentando una querella por tales acusaciones.
Esperanza Aguirre no fue menos y calificó a aquellas personas que participan en los escraches como "imitadores del matonismo de los seguidores de ETA en el País Vasco". También Cospedal quiso dar su opinión y los comparó, hasta en dos ocasiones, con el "nazismo puro"...
Pero esta "obsesión" con el terrorismo ya viene de atrás, cuando Aznar afirmaba a los cuatro vientos la autoría de ETA en los atentados del 11-M. Podéis ver sus declaraciones en este vídeo donde, entre otras cosas, decía "el terrorismo no es ciego. Han matado a muchas personas por el mero hecho de ser españoles."
¿Qué está pasando? ¿Por qué se creen con el derecho de hablar de todo como si no importaran los daños? ¿Por qué acusan de cosas tan graves a los ciudadanos que tratan de manifestarse, a los que se quejan, los que se mueven? ¿Por qué llaman ETA a todo lo que no pueden controlar?
Querida Alejandra.
ResponderEliminarEstá claro que el artículo por si solo deja interrogantes, supongo que intencionadamente para la reflexión por parte del lector, y por ello intentas evitar tus opiniones, supuestos y teorías.
Sé que aunque dejas alguna pincelada de a donde o por que camino se dirigen tus ideas (representación mental en tu perspectiva al tema del artículo), exponer la veracidad de lo que se sabe ha sido tu designio. Sin embargo no habría estado de más dejar plasmado el criterio del que tú tienes, y por lo cual eres, como eres; en base a tus conocimientos y relativas verdades.
La intención del gobierno en estos tiempos más que nunca es simplemente hacer política; en definición como actividad del conjunto de los ciudadanos que participa en los asuntos de un estado, una ciudad, una autonomía, etc., con su voto, sus peticiones, sus protestas o de otra forma: como ésta.
Esta claro que no todas las personas en esta capitalista y material sociedad han podido adquirir por si solas un criterio basado en sus propias experiencias y sus respectivas verdades (criterio universal, como yo lo llamo), por lo menos de lo que yo sé y conozco, en este país la mayoría de la gente se dedica a representar criterios formados por ideales camuflados en partidos políticos, empresas de radiotelevisión, formas de vida con marca (sector financiero), y desde luego religiones.
Mientras los políticos hagan política de sus ideales efímeros, y el pueblo sin criterio auténtico y personal, alabe y se enorgullezca de aquellas palabras vomitadas por los demonios que seguimos apoyando en general; ellos: el gobierno, el presidente, el ministro, el PP, el PSOE, la Cope, la Cadena Ser, Bankia, Europa, etc...Harán y desharán a su antojo por sus conveniencias.
Porque ¿cuando fue el día que empezamos a declarar nuestro apoyo incondicional a un lema de un partido político o una propaganda?
¿No se da cuenta la gente o el pueblo que se puede equivocar al haber apoyado una doctrina, que con el tiempo cambió la perspectiva que la influyó o lo convenció?
Al parecer en este país si eres de un ‘estilo de vida’ estás obligado a defender y apoyar todo lo que a ser de ese ‘estilo de vida’ represente, aun no estando de acuerdo; sin darte cuenta que aquel que te representa toma sus decisiones para sus conveniencias, y el que lo apoya siempre será moneda de cambio.
¿Democracia? Nos estamos equivocando señoras y señores. Nosotros no elegimos quiénes gobernarán y decidirán nuestra forma de vida, nosotros elegimos quiénes obedecerán al pueblo la manera de gobernar nuestra forma de vivir.