viernes, 10 de mayo de 2013

¿Sorpresa?

Suspenden la imputación de la infanta Cristina. ¿Por qué? Alegan que no existen "indicios vehementes" de que la hija del Rey "conociera, se concertase ni participase activa u omisivamente en el presunto plan criminal urdido por su marido y por su socio Diego Torres". Es decir, según este escrito de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares, la esposa del "duque empalmado" parece que ha estado viviendo en un mundo paralelo de fantasía y felicidad, donde no sabía lo que su marido gestionaba o dejaba de gestionar utilizando sus lazos familiares como mejor le convenía. Pero, ¿cómo sabemos que ella no participó realmente? ¿No será que se han movido ciertos hilos para que caiga, únicamente, toda la culpa sobre Urdangarin? 

Imagen de edelsa.es

Son tiempos complicados para la Monarquía. Adiós a esas imágenes donde nos mostraban una familia idealizada y feliz. Desde que se anunció la imputación de la infanta, la sociedad se ha mostrado completamente expectante ante los correos que iba proporcionando Diego Torres, donde los nombres "reales" aparecían por doquier (y otros más relacionados con la realidad del monarca, como es Corinna). Parecía que, por primera vez, la justicia SÍ que sería igual para todos. Pero este cambio de parecer parece que ha pesado aún más en la opinión sobre la continuidad de esta, llamemos, tradición. 

Seamos realistas, sólo con la sospecha de que la corrupción pueda estar presente en Zarzuela, a la que los españoles destinan gran parte de su dinero público, no es que les provoque un estado de extrema felicidad. Este año la Corona recibirá casi 8 millones de euros que, aunque supone un 4% menos que el año anterior, no deja de ser un salario que muchos ni soñamos con percibir algún día (si es que, a este paso, alguien puede trabajar).

¿Qué hubiera pasado si se hubiera tratado de un ciudadano cualquiera? La Infanta ha aparecido públicamente como miembro de la junta directiva del Instituto Nóos, aunque según la Sala no merece "reproche penal" porque no eso no demuestra que haya estado implicada en un presunto fraude a la Administración. Y digo yo, eso tendrá que investigarse, ¿no? No vale con decir que sólo se trata de un nombre más. Si está allí, existe la misma probabilidad de que haya metido mano que cualquier otro, hasta que se demuestre lo contrario.¡Qué alguien me diga si esto no es trato de favor como denuncian destacados juristas!

Para rematar el descontento general, el fiscal se ha permitido el lujo de ironizar sobre la ya más que famosa imputación, comparándola con las de las esposas de otros cargos públicos: "Reflexiono esto porque, quizás, y pensando en otros casos, sí deberían haber sido imputadas por el principio de igualdad". Mirando la paja en el ojo ajeno, pero no viendo la viga en el propio...

Lo que está claro, es que puede que Cristina no tenga que declarar ante un juez (a las pruebas nos remitimos), pero el mayor juicio al que se someterá está en la calle, le guste o no. Y las cosas no pintan nada, pero nada bien. Por más que intenten presentarlos como un ciudadano más, no cuela. Este mismo viernes, el abogado de Urdangarin, tras saber que su cliente no viajará a Qatar, le ha presentado como un parado más (poco más y le vemos en la cola del Inem), asegurando "No sé si está en condiciones de elegir, pero trabajará donde pueda".

Tomen asiento, que esto no ha hecho más que empezar...

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